lunes, 13 de diciembre de 2010

Di NO a la violencia contra las mujeres

El Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de la ONU, que se conmemora el 25 de noviembre, nos recuerda que este tipo de violencia, la machista, ejercida contra la mujer por el mero y simple hecho de ser mujer, es probablemente la violación de los derechos humanos más frencuente y que afecta al mayor número de personas.

En España, muchas realidades han ido cambiando con el paso de los años: la voluntad y las iniciativas de las clases dirigentes, la Ley Integral contra la Violencia de Género, la concepción de los malos tratos como algo que sólo atañe a la familia que los padece. Sin embargo, en la práctica, muchas mujeres siguen siendo víctimas del terrorismo doméstico o son discriminadas en las esferas política, económica, laboral y social.
(COMO PODEMOS APRECIAR EN MI ENTRADA ANTERIOR)

En Movimiento por la Paz piensan que los grandes cambios deben empezar por pequeños logros en nuestra vida cotidiana, con el fin de cambiar la desigualdad de género imperante en nuestras sociedades patriarcales, que es la base en la que se apoya la violencia de género.

Y por eso abogan por adaptar nuestro lenguaje a uno no sexista; por el reparto de responsabilidades en las labores domésticas; por acabar con la desiguldad sexual en el trabajo; por pensar en la igualdad como una mejora para ambos sexos y no como una meta exclusiva de las mujeres; o por romper con estereotipos y tópicos todavía vigentes ("si aguantan, es porque quieren", "es mejor aguantar por los hijos", "el maltrato es algo aislado y puntual".

La importancia de pequeños echos la podemos ver reflejada en esta pequeña fábula:

Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata. Inmediatamente se dieron cuenta de que se hundían: era imposible nadar o flotar demasiado tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos ranas patalearon en la nata para llegar al borde del recipiente. Pero era inútil; sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sentían que cada vez era más difícil salir a la superficie y respirar.
Una de ellas dijo en voz alta: "No puedo más. Es imposible salir de aquí. En esta cosa no se puede nadar. Ya que voy a morir, no veo por qué prolongar este sufrimiento. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril".

Dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapidez siendo literalmente tragada por el espeso liquido blanco.

La otra rana, más persistente, o quizá más tozuda, se dijo "¡No hay manera! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo, aunque se acerque la muerte, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quiero morir ni un segundo antes de que llegue mi hora”. Siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar sin avanzar ni un centímetro, durante horas y horas.

Y de pronto, de tanto patalear y batir las ancas, agitar y patalear, la nata se convirtió en mantequilla. Sorprendida, la rana dio un salto y, patinando, llegó hasta el borde del recipiente. Desde allí, pudo regresar a casa croando sonoramente.

viernes, 10 de diciembre de 2010


Las actividades educativas que figuran en este apartado son parte esencial de la campaña de movilización "Letras para las niñas". Estas propuestas didácticas, para llevar a cabo en el aula constituyen un apoyo necesario al valor formativo que, desde Enrédate con UNICEF, queremos dar a la campaña.

Las propuestas que presentan son las siguientes:
-PROCESO DE APRENDIZAJE:
El proceso de la Educación para el Desarrollo puede considerarse como un ciclo de tres etapas, que se compone de una fase de exploración, seguida por una fase de reacción llegando a una fase de acción. Cada fase de dicho ciclo es de igual importancia en este proceso de aprendizaje.

1.-Fase de Exploración: Las y los jóvenes recogen, analizan y sintetizan la información relativa a un problema, tratan de comprenderlo y se sensibilizan respecto al problema, lo que nos aproxima a la segunda etapa.
2.-Fase de Reacción: os jóvenes desarrollan una respuesta personal frente a la situación planteada. Examinan diferentes maneras de enfocar un problema y dan su propio punto de vista construyendo su propia escala de valores. Se hacen conscientes de la dimensión del tema, desarrollan el sentido de participación y compromiso.
3.-Fase de Acción: es una derivación de la respuesta personal. Los jóvenes exploran la actuación que puede realizarse en respuesta al problema. Es importante en esta etapa que los educadores estén preparados para proporcionar oportunidades reales para la participación y el compromiso, viendo esto como un medio significativo para reforzar nuevos conocimientos, habilidades y actitudes.